En estos tiempos tan revueltos en que las noticias casi siempre lo son de catástrofes naturales, desde las inundaciones que tenemos en nuestro país un día sí y otro tambien por el atípico invierno de lluvias, hasta las grandes catástrofes como el terremoto de Haití, surge una noticia "light" que se presta a comentario y que nos demuestra que la condición humana va de la luz a la oscuridad y nunca acabaremos de sorprendernos de las noticias que nos llegan:
Un empresario balear, Juan Ignacio Balada Llabrés, que falleció en Ciudadella el pasado 18 de Noviembre, que fue soltero toda su vida y que no deja descendencia, ha legado su fortuna nada menos que... a la Corona.
No se puede dudar de sus convicciones monárquicas.
Claro que los 30 millones de euros que parece ser a lo que asciende dicha fortuna se quedará en menos cuando el impuesto de sucesiones del Gobierno balear, que puede ser entre el 34 y el 68% del legado, se ejecute.
Y la Corona (los príncipes de Asturias y los ocho nietos de los Reyes) sólo recibirán el 50%, porque el resto es para la creación de una sociedad benéfica.
Pero eso son detalles. Lo insólito del caso es que alguien legue su fortuna a la Corona
Un empresario balear, Juan Ignacio Balada Llabrés, que falleció en Ciudadella el pasado 18 de Noviembre, que fue soltero toda su vida y que no deja descendencia, ha legado su fortuna nada menos que... a la Corona.
No se puede dudar de sus convicciones monárquicas.
Claro que los 30 millones de euros que parece ser a lo que asciende dicha fortuna se quedará en menos cuando el impuesto de sucesiones del Gobierno balear, que puede ser entre el 34 y el 68% del legado, se ejecute.
Y la Corona (los príncipes de Asturias y los ocho nietos de los Reyes) sólo recibirán el 50%, porque el resto es para la creación de una sociedad benéfica.
Pero eso son detalles. Lo insólito del caso es que alguien legue su fortuna a la Corona
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